Cada día subimos más y más contenido personal a las redes sociales, pero no guardamos una copia de esta información. Y no lo hacemos porque confiamos plenamente en Facebook o Twitter, y creemos que sus servidores nunca nos van a fallar y hacer que perdamos todas las fotos que hemos subido. Ellos no son como nuestro teléfono móvil, que se puede quedar olvidado en la mesa de un restaurante o puede acabar destrozado en el suelo.
Pero aun así, no está de más almacenar en nuestro disco duro un backup de todo lo que hemos subido a estas redes sociales. Desde 2010, Facebook ofrece esta opción, desde 2011, Twitter también y la ultima en unirse fue Google en 2012. Solo hay que buscarla y descargar las imágenes de nuestras vacaciones, nuestros tuits enfurecidos cuando vimos a Casillas cantando en el Mundial de Brasil o lo que sea que hayamos subido a Google +.