Hasta ahora, la hipótesis más aceptada sostenía que el líquido elemento llegó hasta aquí desde el exterior, a bordo de asteroides y cometas «húmedos» migrados de los confines del Sistema Solar, cientos de millones de años después de que la Tierra se hubiera formado.
Pero investigadores de la Institución Oceanográfica Woods Hole (WHOI) en Massachusetts (EE.UU.) no están de acuerdo. Creen que la Tierra ya tuvo agua desde su misma formación. «Los océanos siempre estuvieron aquí. No los obtuvimos en un proceso posterior, como se pensaba anteriormente», dice Adam Sarafian, autor principal del artículo que se publica en la revista Science.