El virus del ébola a menudo es mortal, pero no siempre. Un estudio sobre ratones reveló que la genética puede tener un papel en la severidad de esta enfermedad.
En un laboratorio de alta seguridad en Hamilton, Montana, científicos de la Universidad de Washington infectaron ratones con una versión del mismo tipo del virus del ébola que está azotando África occidental.
Los ratones usados en el estudio fueron generados de ocho diferentes razas del roedor y criados para representar la diversidad genética humana. Los síntomas en estos ratones genéticamente diversos variaban desde una leve pérdida de peso a fiebre hemorrágica, incluyendo sangramiento interno y cambios en el color y textura del hígado.
El 70% de ellos se enfermaron y más de la mitad murieron, algunos por inflamación del hígado y otros por hemorragia interna, según el estudio publicado en la revista científica Science.
No obstante, cerca de 19% de los ratones, si bien perdieron peso inicialmente, luego lo recuperaron y se curaron del todo. El restante 11% mostró una respuesta parcial al virus y menos de la mitad de este grupo en particular murió.
Según los científicos, esta variabilidad se asemeja a la que ha estado ocurriendo entre los humanos este año en África occidental, donde una epidemia de ébola ha matado a casi 5,000 personas e infectado a más de 13,000.
También encontraron asociaciones entre los resultados de enfermedad y sus tasas de mortalidad según las líneas genéticas específicas de los ratones.
Nuestros datos sugieren que los factores genéticos tienen un papel significativo en la mortalidad”, dijo Michael Katze, del Departamento de Microbiología de la Universidad de Washington.
Los que murieron mostraron una marcada actividad en los genes destinados a promover la inflamación de los vasos sanguíneos y la muerte celular, lo cual conduce a que la enfermedad sea más grave.
En tanto, los que sobrevivieron tendieron a mostrar una mayor actividad en los genes que son responsables de la reparación de los vasos sanguíneos y de hacer que los leucocitos combatan la infección.
Además, tipos especializados de células en el hígado también ayudaron a detener su reproducción, añadió el estudio.
Esperamos que la investigación médica pueda aplicar rápidamente estos hallazgos para encontrar vacunas y terapias”, dijo Katze.
El estudio no tomó en cuenta factores ambientales que, según los expertos, pueden afectar la vulnerabilidad de una persona con ébola, entre ellos la calidad del cuidado, la edad y la salud general antes de contraer el virus. dEl estudio tampoco pudo abordar el tema de inmunidad previa pero sí la idea de que el código genético de un individuo tiene un papel en la supervivencia a la mortal enfermedad.
Funerales higiénicos
Prácticas higiénicas funerarias, aislamiento, cuarentenas, y una mejor protección para los trabajadores de la salud son las claves para detener la epidemia de Ébola que continúa su expansión en África Occidental, dijeron investigadores un nuevo informe en Science.
Si continua la expansión de la epidemia, para el 1 de diciembre habrá cerca de 224 nuevos casos diarios en Liberia y 348 nuevos casos diarios antes del 30 de diciembre, informaron los científicos en su análisis.
Sin embargo, si se aplican «con máxima urgencia» los enfoques más agresivos recomendados y se utilizan en un nivel razonablemente alto de eficiencia, a mediados de marzo podría haber un control parcial en Liberia, el punto focal de la epidemia.
Investigadores de la Universidad de Yale, la Universidad Estatal de Oregón, y de Liberia, concluyeron que losfunerales que se han practicado habitualmente en esta región, eran lo que ellos llaman «eventos súper esparcidores» que han tenido un impacto desproporcionado en la transmisión temprana del virus.
Los cambios en las prácticas son las más importantes ya que podrían ayudar a colocar el Ébola en una senda decreciente. Pero toda una serie de acciones son necesarias, advirtieron, y sólo la reducción de la transmisión en los hospitales y en la comunidad sería suficiente para tener la epidemia bajo control.
Las prácticas de preparación del cuerpo y los funerales culturales que son comunes en África Occidental han impulsado la difusión inicial de esta enfermedad», dijo a EurekAlert! Jan Medlock, profesor asistente en el Departamento de Ciencias Biomédicas de OSU y experto en epidemiología matemática y evolución de la enfermedad infecciosa.
Las prácticas funerarias a menudo incluyen lavado, tocar y besar a los cuerpos que aún son capaces de propagar el virus de ébola. En lugar de los preparativos funerarios tradicionales, los investigadores hicieron suyo un enfoque muy higiénico que incluye la desinfección del cadáver antes de colocarlo en una bolsa de plástico. La transmisión de humano a humano de ébola se produce sobre todo a través del contacto directo o indirecto con los fluidos corporales.
De expansión a disminución
Se llegó a estas conclusiones luego de realizar proyecciones con modelos matemáticos complejos que toman en cuenta muchas variables en la forma en que la enfermedad se está extendiendo. La investigación trató de identificar no sólo lo que funcionaría en teoría, sino lo que es más práctico y alcanzable.
El objetivo, según los investigadores, debe ser cambiar la actual epidemia de ébola de “expansión” a “disminución”, para cambiar lo que los científicos llaman el «número reproductivo básico» a menos de 1, cuando se considera que la epidemia está en el camino a la extinción definitiva. Estimaron que en Liberia el número reproductivo del ébola actualmente es de 1.63, lo que significa que dos personas infectadas podrían infectar, en promedio, alrededor de más de tres personas, y la epidemia continúa expandiéndose.
Conseguir que el número reproductivo quede por debajo de 1 requerirá del uso adecuado y correcto de los equipos de protección personal, aislamientos, precauciones de contacto, cuarentenas, y prácticas funerarias particularmente mejoradas. El logro de estos objetivos en una tasa de éxito de alrededor de 60% podría reducir la epidemia, dijeron los investigadores.
Para llegar a sus conclusiones, los científicos usaron análisis matemáticos que consideran factores tales como la densidad de las personas infectadas y no infectadas en una zona, los números de asistentes a un funeral, los hospitalizados, sus familiares, trabajadores de la salud en el hospital, y la comunidad en general.
Otra preocupación importante, según los investigadores, es el subregistro de los casos, tanto en los hospitales y la comunidad en general. Esto podría aumentar el nivel de intervención necesario para detenerla.
Plan para América
Los responsables de salud de 34 países americanos, incluido Estados Unidos, aprobaron este jueves, al cierre de una reunión técnica de dos días en Cuba, 30 «líneas de acción» contra el ébola, epidemia que representa un «riesgo real» para el continente.
Los delegados de todos los países americanos -salvo San Cristóbal y Nevis, que no asistió-, recomendaron «establecer la vigilancia epidemiológica» para monitorear a personas «procedentes de las áreas de transmisión» del virus, según un documento leído al final de la reunión por la viceministra cubana de Salud, Marcia Cobas Ruiz.
También propusieron cooperar entre los países «para el traslado de las muestras biológicas a través de las fronteras» hacia laboratorios de referencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), que también participaron en este encuentro.
Además, los expertos llamaron a fortalecer la cooperación para «obtener la información más completa sobre naves, tripulaciones y viajeros que arriben al país», y «facilitar la adquisición de equipos de protección personal necesarios» para los profesionales de salud que atiendan casos sospechosos de ébola.
Estamos en condiciones de enfrentar esta enfermedad», proclamó en el acto de clausura el ministro de Salud de Bolivia, Juan Carlos Calvimontes, quien agradeció la iniciativa de Cuba de convocar esta conferencia continental, a la que asistieron 278 expertos de 34 países, incluido Estados Unidos, algo inédito en medio siglo.
Los expertos también acordaron convocar a un curso internacional sobre el ébola para el personal de salud del continente, que impartirá del 10 al 15 de noviembre el Instituto de Medicina Tropical Pedro Kouri de La Habana (IPK), el mismo que capacitó a los 256 médicos y enfermeros cubanos que partieron a las naciones más afectadas de África a combatir la mortal enfermedad.
Sylvain Aldighieri, responsable de respuesta ante el ébola de la OPS, insistió en que «fortalecer estas capacidades (de respuesta ante la epidemia) son una responsabilidad nacional, que va más allá del sector de la salud».
Cuba se ha puesto en la vanguardia de la cruzada contra la epidemia, a pesar de sus dificultades económicas, al enviar a 256 médicos y enfermeros a las naciones más afectadas de África.
El miércoles, los delegados expusieron los planes de contingencia adoptados por sus respectivos gobiernos y luego sesionaron en cuatro comisiones de trabajo: diagnóstico y vigilancia epidemiológica, manejo clínico de pacientes, capacitación de personal de salud y comunicación social.
Esta conferencia, convocada hace 10 días por los mandatarios de los nueve países del ALBA, comenzó el miércoles con un minuto de silencio por el economista cubano Jorge Juan Guerra, muerto de malaria en Guinea el domingo mientras servía de administrador de la brigada médica cubana que lucha contra el ébola en África.
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